Back in time: De 1994 al Paleolítico con ‘La Pajuela’

Recorte de prensa de 1994 donde se recoge la crónica del XXVII Descenso Folklórico del Nalón
Recorte de prensa de La Nueva España del 21 de agosto 1994 donde se recoge la crónica del XXVII Descenso Folklórico del Nalón

1994 fue un año de disgustos para los españoles. Nuestra Selección fue eliminada en cuartos de final en el Mundial de Estados Unidos y Luis Enrique acabó con la nariz rota por un codazo italiano. Como era costumbre, volvíamos cabizbajos después de la eliminación, pero también llenos de esperanzas para el siguiente Mundial.

Nuestro ya XXVII Descenso Folklórico del Nalón parecía ajeno a esos disgustos, aunque cuentan las fuentes que ese año el agua bajaba especialmente fría. Miles de participantes y espectadores se concentraban como de costumbre para disfrutar de la insigne fiesta.

Como dato interesante, se hace hincapié en cómo aumenta la calidad de las embarcaciones y como se bate récord de participantes. Estaba claro que nuestro Descenso ya había salido de su adolescencia para convertirse en un gran profesional.

100 embarcaciones de distinto tipo se lucían en una fiesta que más bien parecía un desfile de la Roma Antigua. Allí aparecieron múltiples temáticas: una olla con caníbales alrededor, un canario dentro de una jaula (emulando la canción “Que pena me da que se ha muerto el canario”), o una figura de Roldán escapando en una embarcación con billetes de 10.000 pesetas pegados a ella. Como podemos ver, la crítica política al ex-director de la Guardia Civil tampoco se escapó ese año.

Ganó la codiciada Sopera la Peña “La Pajuela”. Acompañados de un dinosaurio gigante y vestidos de Picapiedra, supieron bien seducir al jurado. Además de la Sopera, se hicieron con un viaje a Peñíscola. La interpretación histórica, la embarcación, los trajes y la buena folixa dieron sus frutos para el triunfo. Sin duda alguna, aquel dinosaurio gigante se convirtió en el icono de lo que es una embarcación bien hecha y vistosa.

Recorte de prensa de 1994 donde se recoge la crónica del XXVII Descenso Folklórico del Nalón
Recorte de prensa de La Nueva España del 22 de agosto 1994 donde se recoge la crónica del XXVII Descenso Folklórico del Nalón

Los ganadores de la Soperina también supieron despertar emociones. Aquellos niños rindieron homenaje al fallecido automovilista Ayrton Senna.

Miles de participantes disfrutaron del Descenso con calor, mucha folixa, y litros de agua que caían desde las ventanas. La música, los bailes y las risas eran la sangre que ese día llevaban los lavianeses y todos los participantes. Las embarcaciones llegaron triunfantes al Prau la Chalana, donde se prolongó la juerga.

Una vez más el Descenso se veía más contento que nunca. Más contento que nunca porque la folixa no paraba de crecer y más contento que nunca porque las embarcaciones cada vez se asemejaban más a templos de los dioses.

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