Recorte de prensa de 1981 crónica del XIV Descenso Folklórico del Nalón ¡Quieto todo el mundo!
Recorte de prensa de La Nueva España de 1981 donde se recoge la crónica del XIV Descenso Folklórico del Nalón

¿Quién no recuerda aquel 1981? ¡Quieto todo el mundo! Yo no se quién se quedó quieto, pero estoy seguro que el Descenso Folklórico del Nalón no. Nuestra hemeroteca nos recuerda aquel 18 de Agosto de 1981 que estuvo lleno de sorpresas.

El intrépido Descenso cumplía con su XIV edición. Se habla de una fiesta institucionalizada en el municipio y se visibiliza la multitud en las fotografías de prensa. Se habla de más de 40 embarcaciones donde llegar “es lo de menos”. Es decir, ya tenemos a un jurado minucioso que evalúa todos y cada uno de los componentes de la folixa. Todo parece indicar que aquellos primeros veranos ochenteros ya implicaban trabajo fuerte en los astilleros.

Como apunte fundamental, se destaca el ganador: la embarcación número 8 “El chamizu”, hecha por la Peña “El Navaliegu”. Pero como hemos dicho, esto no se trata sólo de ganar. Recibió especial mención del jurado la embarcación llamada “La Gaitina y el tamborilín”, de la Peña Villoria. Aunque no hubieran ganado este año, ya se descubrían por este entonces como peña muy coordinada y con mucha fuerza. ¡Daban sus primeros pasos hacia el Chalanín! Ganaba la soperina el Grupo Ventolín de Laviana y recibía mención especial “El Porrón”, de El Llerón (embarcación de Carrio)

Como detalle cabe destacar que en este Descenso hubo una embarcación que escenificó la boda de Diana de Gales y el Príncipe Carlos con un peñón a cuestas. Ciertamente, aquella boda se produjo en Londres en 1981. Como siempre , el Descenso aparece como una escenificación de la realidad social, histórica o política del momento. ¡Viva la sátira!

Ese mismo año se muestra el empeño que tiene la Comisión en recibir el título de Interés Turístico Regional. La prensa hace hincapié en que “merecido lo tienen” ante el dispositivo y esfuerzo dedicado. El corresponsal Valdesijo fue testigo de una fiesta que perseveró en un intento que luego consiguió. Ahora pedimos el Interés Turístico Nacional, que (esperamos) pronto llegará.

Valdesijo refiere que hay ocasiones que la vida de la ciudad, de los pueblos, y de las villas es la suma de vidas particulares. El Descenso rompe ese individualismo y “se crea un alma colectiva” en palabras del reportero: “Los lavianeses viven para lo mismo movidos o conmovidos por ese acontecimiento”. No hay duda que aquel 1981 el Descenso fue Laviana y Laviana fue el Descenso.